Las lanas y los hilos son materiales delicados que, con el cuidado adecuado, pueden mantenerse en perfecto estado durante mucho tiempo. En esta guía encontrarás consejos prácticos de lavado, guardado y mantenimiento para prolongar la vida útil de tus fibras y asegurar que tus proyectos luzcan siempre impecables.
1. Consejos de lavado
- Lavá las prendas tejidas a mano preferentemente a mano, con agua fría o tibia.
- Usá jabones neutros o especiales para lana, evitando detergentes fuertes.
- No frotes ni retuerzas la prenda; en su lugar, presioná suavemente para quitar el exceso de agua.
- Si usás lavarropas, elegí el programa de prendas delicadas o lana.
2. Secado correcto
- Nunca cuelgues las prendas mojadas, ya que se pueden deformar.
- Secá en una superficie plana sobre una toalla, lejos del sol directo y de fuentes de calor.
- Dales forma con las manos mientras están húmedas para que mantengan su estructura.
3. Guardado y conservación
- Guardá tus lanas en bolsas de tela o cajas herméticas para protegerlas del polvo y la humedad.
- Usá bolsitas de lavanda o cedro para evitar polillas.
- No apiles demasiado las lanas, ya que pueden perder su forma.
- Conservá los ovillos en un lugar fresco, seco y ventilado.
4. Mantenimiento de ovillos y sobrantes
- Enrollá los sobrantes en pequeños ovillos para que no se enreden.
- Etiquetá cada ovillo con el tipo de lana y el grosor para futuros proyectos.
- Revisá periódicamente que no tengan humedad o plagas.
Conclusión
Cuidar tus lanas e hilos no solo protege tu inversión, sino que también asegura que cada proyecto terminado luzca impecable y dure muchos años. Con pequeños hábitos de lavado, guardado y mantenimiento, tus materiales estarán siempre listos para inspirar tu creatividad.